Esas calles

“Me detendré a llorar por los ausentes”
Pablo Milanés

Nunca volvemos
a pisar las mismas calles.
Ya no está la boca
donde desapareció la tortuga
ni el caballo de la calesita
durmiendo en el baldío
ni el muro con madreselvas
y una pintada en la que amabas a Amanda.
Sin embargo están los rincones
y a ellos volvemos a llorar por los ausentes
con la mirada lejana,
las cunetas en la piel
y el libro que nunca se quemó.
Queremos preguntar
por los fusiles, los hermanos,
las patrias, los traidores,
por quiénes somos
y quiénes dejamos de ser
cuando no nos tocó morir.
Pero la voz nos fue robada
y la palabra dejó un hueco
que llenamos de destierro
en esa noche
de descargas y temblores.

Libertad

Decir muro y caer
la espera del viejo,
eslabón tras eslabón,
en la orfandad del otoño.

Decir tiempo y nacer
la víscera al abrigo
del nido. Y el pan
cuando sangra en el hueco.

Decir aire y volar
la pluma entre la herrumbre
y la reja que el canto
del jilguero mata.

Decir grito y dejar
la herida abierta
al verso oculto
en la boca de hambre.

escribir

escribir
escribir sin parar
sin pensar de corrido sin puntos ni comas
con la urgencia de la boca en el mar
la rabia del currante
la pasión de los que esperan el primer amanecer
escribir al muerto que nos habla
desde la memoria y desde el olvido
escribirle al que no dejamos de obligar a renacer
al que rompió la paz que nos cansaba
al que está en nuestra piel
al que nunca se marcha
escribir por amor
por dolor y por odio
escribir para vos
para tú para él
escribir para nadie y morir en la letra
escribirle a la mancha pequeña
que tiene por cielo
el peso del agua
que albergó la plaza
y el aula
que rompió la risa
y la regaló sin miedo
escribirle al árbol al fruto
a la hoja y la gota
a la tierra
a la sal a la herida
escribirle a la que hundió
el grito en la sangre del no
a la del terror de la llave
a la que parió el dolor
cuando nació mujer
escribir puertas
besos prohibidos armarios
y desprohibir todo escribiendo
escribir sin parar ni pensar
así
de corrido
sin puntos ni comas

Palabras

La palabra robada,
la dicha,
la que acompaña,
la prestada,
la callada,
la que hiere,
la que duele,
la guardada,
la inútil,
la que insulta,
la palabra viva,
la del labio,
susurrada, húmeda, ardiente,
la de la garganta,
gritada, ronca, áspera,

la del poema, el diario, la canción,
la que se dice en catalán
o en idish
o en porteño,
la recitada,
la cálida,
la hueca,
la maldita,
la mala palabra,

una sola palabra,
te doy mi palabra,
su palabra contra la mía,

la que el viento se llevó,
la construida, la rota, la antigua,
la que ya no se usa,
la auténtica,
la extranjera,
la mejor, la peor,
la palabra de honor,

hombre de palabra,
hombre de pocas palabras,
a palabras necias,
palabra sobre palabra,
la palabra a tiempo,
no tengo palabras,
la mal dicha,
la palabra de cortesía,

palabras de amor,
palabras oscuras,
palabras vibrantes,
palabras de boca en boca,
juego de palabras,
palabras que resuenan,
palabras ahogadas,

sin palabras,
palabras de consuelo,
sus últimas palabras,
divinas palabras,
palabras vacías,
palabra de Cristo,
no tiene palabra,
palabras al vuelo,Palabras
palabras que llenan,
vosotros
ni palabra,
son
puras
palabras.

Para poder ser

Aún no es
y ya cree en su futuro.
El ojo está
pero no mira.
La astilla señala
el sitio de unas cejas.
La veta morirá
en la turgencia de la boca.
El sexo se presiente
entre dos ramas.
Aún no es
y confía en la mano
que roce el torso suave
nacido de una albura sin pulir.

En la penumbra
el resto de un oscuro olivo
espera la caricia del cincel.

 

Del poemario «El libro y el poeta»

La rata muerta

Con un ojo seco
la rata muerta mira el paso de los viandantes.
La boca alberga el gesto inútil
de un colmillo que amenaza al vacío.
Las abuelas tapan la cara de los niños,
el que pasea al perro tuerce su camino,
la señora del vuitton pierde compostura
mientras la rata, insensible,
sigue allí esperando
al turno de crisis que limpie la ciudad.