El vacío

……………………………………………Para Carlos in memoriam
……………………………………………con todo mi cariño y mi tristeza

Lanzar la moneda
y ver la sombra
en un pliegue de la ausencia.
Nunca más cruz o canto
en esta calderilla.
Simplemente cara
y la triste sorpresa del vacío
que hunde su dolor
en la huella labrada.
En el hueco
sólo nos queda armar el pasado
con la eterna caricia
de los recuerdos.

Semblanza

……………………A mis padres

Quise navegar
la hora que en el iris se refleja.
Ignoré los surcos que separan las historias
y perdí la fuerza que nunca conocí
mientras ardía el no saber en mis preguntas.
Naufragó el timón antes que la vela
y el rumbo murió entre algas rojas.
A veces las mañanas
intentan darle vida
a los mismos deseos que ayer tuve.
Dejaré en esa caja de torpes pensamientos
el recuerdo del hombre y la mujer ausentes
que mostraron su vida al brote incierto
tendido en el agua de otros mares.

El desierto

                                                      Para Ester Rabasco,          
                                                      porque sabe leer la poesía

Ese desierto que se abre ante nosotros
con la lóbrega luz del invierno,
con la desesperación de un verano
que no acaba de morir,
con la amargura de la ausencia,
la violencia de la arena,
el rastro borrado de la huella,
con los labios quietos y quebrados,
ese desierto guarda entre sus infinitos granos
la semilla de una flor que cada tanto
hiere el lunático paisaje
y la esperanza de que un día
tras la línea amanezca el mar.

Los ojos de un niño

Persiguen mis andares
los ojos del único niño
que sabrá de mi muerte
cuando ella los cierre.
En mi quimera
buscan sobrevivientes de la mudanza,
juguetes, cuentos, muñecos,
presienten el abandono
cuando los años suben,
se pierden en mis penas,
se arropan en mis canas.
Sufro el tormento de la ausencia
al ver su brillo en esa nada
en la que el recuerdo
se empeña en dibujarlos.

La luz y el cobijo

Ojalá estuviera siempre ahí
la luz de esta ventana.
Siempre quieta en el árbol
y en el pájaro que vuelve cada tarde.
Quieta en el agua de la nube
y en la esperanza de un azul
que conmueve a la intemperie.
La luz de esta ventana
que dibuja tu espalda
y dicta el origen al viento.
La que me regala
el ojo y la ceguera.
La que siembra el vacío
y recoge noche a noche
el pálido agujero de la ausencia.