La partida

La ciudad
abandona al barco con el paso trémulo
….de los padres heridos.
Aleja a los hombres y los muelles,
congela el llanto,
desvanece edificios testigos de vírgenes amores,
silencia sus calles
hasta que el árbol se confunde con la nube
y todo queda a merced de la memoria.
Entonces se vislumbra
el exilio en nuestras manos,
comienza el recuerdo
y nos volvemos habitantes del destierro.

En Amsterdam

En Amsterdam
un amigo borrachin
bebe cerveza en el parque
donde no se puede beber.
Y cuando mis otros amigos
cantan Imagine
él se aburre
y se acuesta en el banco a dormir.
Mis amigos de Amsterdam
no son de ninguna parte
porque vienen de cualquier lado
y quién sabe a dónde van.
No hay extranjeros,
no hay nacionales,
no hay religiosos
no hay descreídos.
En Amsterdam
cruzo la calle por un canal.
Los tulipanes
crecen en barcos con lavadoras
junto a la gente que toma el té.
En Amsterdam vive Ana
entre los muros
de una casa que ella escribió.
En las fotos oigo su voz
y en la cocina
el ruidito del tenedor.

Así es Amsterdam en primavera:
nunca ha existido pero ahí está.