Los ojos de un niño

Persiguen mis andares
los ojos del único niño
que sabrá de mi muerte
cuando ella los cierre.
En mi quimera
buscan sobrevivientes de la mudanza,
juguetes, cuentos, muñecos,
presienten el abandono
cuando los años suben,
se pierden en mis penas,
se arropan en mis canas.
Sufro el tormento de la ausencia
al ver su brillo en esa nada
en la que el recuerdo
se empeña en dibujarlos.

2 pensamientos en “Los ojos de un niño

  1. esterstikloE dice:

    Qué tristeza tan honda apartarse de los ojos de nuestra infancia, saber hacia dónde los llevamos. Bello e íntimísimo poema.

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