Cuatro poemas de Gabriel Alejo Jacovkis

Estos cuatro poemas tienen algo en común: de alguna manera hablan sobre el misterio de la palabra.

La palabra

Un rastro de letras tapiza la huida
y el poeta se empeña
con la pasión del inocente.
Desde el abismo del frío
vuelve a intentar el viaje
con su voz y su pasado
y ese amor que rozó lo posible
y esa violencia muerta.
Pero siempre algo se pierde
en los recodos de la fuga.
Un acento, un punto
o esa melodía que lloró la tarde.
Y entonces la palabra languidece
en el deseo de evocar
el primer vuelo del ave que sangra.

Geometrías

Sin cruzar la grieta
por la que se cuela el sol
los pasos rodean la umbría.
La locura que mora en el círculo
atrapa el silencio de la cuerda
y un aquelarre se angosta en el borde
cuando el malabarista muere
detrás de la línea.
El punto alcanza lo eterno
de la estirpe de lágrimas
que conjuran el grito.
Un baile en la esfera
traba los pasos del payaso
y el payaso gira huérfano
por la ausencia de rincones.
Nadie devuelve el pie robado
al viejo funámbulo
que duerme en el trapecio.
La función acaba
en un óvalo que anhela
la distancia invariable.