Geometrías

Sin cruzar la grieta
por la que se cuela el sol
los pasos rodean la umbría.
La locura que mora en el círculo
atrapa el silencio de la cuerda
y un aquelarre se angosta en el borde
cuando el malabarista muere
detrás de la línea.
El punto alcanza lo eterno
de la estirpe de lágrimas
que conjuran el grito.
Un baile en la esfera
traba los pasos del payaso
y el payaso gira huérfano
por la ausencia de rincones.
Nadie devuelve el pie robado
al viejo funámbulo
que duerme en el trapecio.
La función acaba
en un óvalo que anhela
la distancia invariable.

El lugar de las muertes lejanas

No quiero volver
al lugar de las muertes lejanas
donde la herida duerme
en el silencio que deja la memoria.
Donde no hay voz para entonar las letras
y las manos olvidaron las guitarras.
Donde llora el payaso
frente a los que fueron niños
y las piernas recuerdan
el caminar de la odalisca.
Es el lugar
en el que sólo el viento negro
acaricia las tristezas,
mueve los trapecios
y de noche susurra las ausencias.