Ojalá la muerte venga sola.
Con ese silencio
del que hablan los poemas.
Con la oscuridad
de una paz sin destellos.
Ayer
un cielo gris
inundó mis ojos
y borró la sonrisa.
Hoy me alejo del tiempo
que empañó mis días
y los sembró de aullidos,
de garras y tormentas,
de un cansancio antiguo,
de un dolor de vida,
de una herida que me habla del amor
que una vez creí tener.
