Pequeñas formas

Cuánto amor derrochado
junto a las pequeñas formas oscuras y antiguas
que pronto serán el dolor del fuego.

Sé que nunca podré luchar
con la desazón de saberte muerta
ni con los duendes
que atrapan las aves nocturnas.
Los dioses que maté
anidan en las tripas de un colibrí.

En mis desvelos tras el telón oscuro
dejo volar el sabor de los refranes,
las palabras que hieren la hierba
y la mano que un día derramó la sangre.

El orden del viajero

El tren curva un acero
que arropa peldaños de sueño.
El viajero dijo saber
el orden de las ideas
y el arco iris de la brisa
aunque las bocas hablen
en la voz de otros.
Ahora el cristal es negro
y el ruido trocea las palabras.
Vendrá la luz inquieta
cuando el árbol sea un vértigo
y el ojo baile
la danza de los duendes.