Llegó «Un viejo olor a hojas quemadas»



La editorial Lastura (https://lasturaediciones.com/) acaba de publicar en una hermosa edición mi último libro. «Un viejo olor a hojas quemadas» es un poemario autobiográfico en el que intento ordenar mis recuerdos y vivencias desde la infancia hasta el momento actual.
Durante la escritura de este libro me sumergí en una vorágine de recuerdos, memorias y olvidos. Una tarea apasionante que me permitió descubrir detalles de mi vida en los que nunca había reparado. También se me hizo evidente algo que ya sabía pero que pude experimentar de forma muy directa: la poesía permite desnudarnos sin pasar vergüenza (o pasar poca).

Tinieblas

Como si la noche fuera la magia de un sonido

o la fórmula del olor del pan

o la saliva del ave que migra.

Como si la noche fuera

la pócima de las meigas

o el dilema de Casandra

o la caída en el eterno desorden.

Camina en la oscuridad

sin saber que la noche

sólo es una pequeña gota de rocío.

El revés de los espejos

Viviré en el revés de los espejos

entre las cosas que nunca he visto,

junto a ese yo que no conozco

y que vaga perdido

por los pocos rincones tristes

de una infancia feliz.

Viviré en el revés de los espejos

y tendré en mis manos el reflejo oculto,

el placer de la cruz,

la razón de lo imposible.

La voz del niño

«ignorando que el hombre del saco

es quien le besa

cada mañana

en la cancela de una devota escuela.»

Javier Solé

Cuando sea grande

escribiré poemas

en revistas que se llamen «Proa»,

o «Combate» o «Adalid».

Podaré un cerezo

y haré caminatas con mi perro

por una montaña

que albergó esperanzas.

Buscaré el nombre perdido

entre los restos de la historia.

Cuando sea grande

soñaré con una infancia verdadera.

Pero entonces será tarde.

Demasiado tarde.

El catalán

Terminó la sesión con su personal trainer a las 9 am. Hoy era uno de sus días más heavys ya que a las 9:10 tenía una charla por team con su coach y luego debía redactar un informe sobre la importancia del making-of en el work in progress que estaba realizando para relanzarse, un grupo de dream house a medio camino entre la new age y el eurobeat. Por suerte haría un break al mediodía gracias a un encuentro absolutamente friendly con su amiga del alma. La semana pasada habían dejado sin acabar una charla interesante sobre cómo la obligatoriedad del catalán en las escuelas ponía en riesgo la supervivencia de un idioma tan rico como el castellano.