«ignorando que el hombre del saco
es quien le besa
cada mañana
en la cancela de una devota escuela.»
Javier Solé
Cuando sea grande
escribiré poemas
en revistas que se llamen «Proa»,
o «Combate» o «Adalid».
Podaré un cerezo
y haré caminatas con mi perro
por una montaña
que albergó esperanzas.
Buscaré el nombre perdido
entre los restos de la historia.
Cuando sea grande
soñaré con una infancia verdadera.
Pero entonces será tarde.
Demasiado tarde.
Siempre es tarde.
Así es. Para los niños a quienes se les robó la infancia siempre es tarde