Poder

Me transporta a algún lugar
donde el color de la angustia
escupe asilos en el pecho

o donde alguien mira feliz
un ignoto amanecer
en la isla de palabras

o donde la muerte pasó
y dejó un páramo de penas,
la doliente maldición del viudo,
el olor a pasos de hospital,
el beso seco

o donde el salto es la sonrisa
de la hermosa criatura
que nos mira triunfando
a través de nuestros sueños

o donde un hálito
imagina el crimen
entre las hierbas malditas
de la mujer que no me amó.

La nota huye
del arco mandamás
y canta la canción de siempre,
la que murió en los labios del poeta.

La scala

Este es el poema en catalán que figura en mi próximopoemario: «El libro y el poeta».

La scala

Notes. Pauses. Pensaments.
La veu és un viatge
entre l’ivori i el banús
i es perd
refugiada en els acords.
Poc a poc
la música m’allunya
i em porta a quimeres distants,
a cels desconeguts.
La tendresa dels seus sons
acaricia el meu ànim.
Tan sols falta per arribar
el suau naufragi
de la passió primera.

Un aire de potros desbocados

A Camarón de la Isla

Deja la vida
en el quejío
de una muerte azul
y un amor de barro.
Y vuelve en cada coda
de lágrima y adiós.
Así hasta el maldito día
en que olvida renacer
y su voz se sumerge en la negrura
sólo por ver si es cierto
que su cante vive también en la nada
donde el silencio cerró su boca
con un mar de humos y desiertos.
Pero a este lado del camino
seguimos oyendo el desgarro
que abraza las guitarras
en el brusco socavón de una falseta.

En esta tierra arrasada
qué pobres seríamos,
Camarón,
sin el duende de tu voz.

Tu llegada

Sentado en una mesa sin fronteras
espero a que llegues con la bata descosida,
los zapatos con cordones malatados,
tus medias cortas,
tus cejas largas,
una pinza de ropa en la camisa,
en tu pelo una sortija,
un gorrión con el canto de un jilguero
empollando un galgo en tus palabras,
tu culto antiguo
de hablar bajito,
de bajar hablando,
de valsear silbidos,
de silbar bailando,
de morir prontito
y vivir volando.
Confío
en que dejes tres pasiones en la copa,
un dibujo,
un hilito de tu ropa,
la sonrisa en un espejo,
la bolita de pan sobre la mesa,
la cuchara zurda
y el malvón de aquel recuerdo en la ventana.

Pobre música

Pobre música que suena para nadie.
Tristes borrachos que no bailan
y mujeres que no ríen en los bares.
Y los bares que se cierran
oscuros en su pena.
Pobres los payasos de sonrisa congelada,
y los niños que no entran en el circo.
Nadie llora en la ginebra.
El gato rasga su reflejo.
Hay vacíos que se llenan con silencios.
Hombres que alimentan la mentira
de las hembras que se cruzan en su historia.
Novios fallidos. Vidas huecas.
Pasados que no existen
se alejan caminando por la calle.
No hay nadie que pronuncie
la palabra soledad.

Suite para chelo

Hay una grieta pequeña en la madera.
El libro tiene el lomo desgastado.
La pelusa agazapada
acecha a la brisa en un rincón.
La lluvia golpea en mi ventana
y siento el suave olor
del ozono destemplado.
El trueno maldice su impotencia
y yo miro el artilugio
donde suena el Sebastián
que los años no ignoraron.

El llanto me acecha en cada frase.
El chelo lastima sus cuerdas para mí.
La violenta melodía
se apacigua en la esquina del dolor
y corro atormentado
hacia el vértigo de un arco.
Pero el silencio
es el compló del sonido fértil
y la paz vuelve a entrar en mi universo.