Paso a paso y sin saber de tu presencia
llegaremos a una esquina que no existe.
Allí será tu imagen, allí la niebla,
allí tu voz me llegará como un susurro.
Te vas, volvés y siempre así:
velos, tinieblas, temores y deseos.
Etérea? quizás. Quizás no existas.
Pero sólo lo que sos será lo cierto.
Qué balance podré darte de mis cuentas?
Cuáles besos pondré y en qué platillo?
Qué obra o qué pasión o qué misterio?
La nada o el vaho o una distancia
o tal vez la certidumbre del amar,
un pasaje de ida sola,
la caricia de unos años
y la lágrima final,
la de la noche.
ojalá que ese encuentro tarde mucho
lo mismo que yo encender el siguiente pucho
Por la cuenta que nos trae!!!