…la única calle de la tierra que yo desearía que no se acabara nunca…
Federico García Lorca
Te quiero así como eras
esa mañana de octubre.
Estábamos todos
y el sol empujaba las hojas
tras los plataneros.
Te quiero así como eras
aquella mañana de junio.
El barco nos dejó desamparados
y de una ojeada nos hiciste tuyos.
Te quiero así,
cuando abrigas,
cuando cantas,
cuando las estatuas
hacen sombra en tus aceras
y las flores no alcanzan
a definir tus horas.
Y quiero quererte en el despertar
de la pausa horrible
para que mis pasos vuelvan
a acariciar tus piedras
y seas otra vez
el paseo que amaba Federico.
¡¡Hermoso, Gabriel!!
¡Gracias, Emma! Un abrazo.
Hola!
A la lectura de este poema me gusta mucho la personificación de este calle, una extensión física. hablas en el pasado «cuando ha llegado».
Muy bonito poema con una descripción rica que traduce la vida de esta calle, en la mañana y en la noche. Una calle vivienda en otoño como en primavera.
Gracias
Bahia de Rabat
Gracias por tu comentario. El poema fue escrito unos días después del atentado en Las Ramblas. Lo menciono indirectamente en los últimos versos. Un saludo