Un libro espera la llamada del poeta.
La hoja blanca,
un suave olor a papel nuevo
y un lomo que se encorva ante la idea.
La tapa abre su ilusión
al caminante de palabras.
La palma quieta
niega al recuerdo la escritura.
La letra ha muerto en el empeño
de trepar por los peldaños de papel.
Errante,
la mano se agita entre las plumas,
mira el verbo que no existe
y dice que descansa
de un viaje al infinito.
Perfecto Gabriel, me ha acariciado como si fuera el la lanza de una ausencia.
Gracias por tu visita, Sterky!
La hamaca vacía, las zapatillas sin pies, las lecturas inacabadas… el mar y la playa… ¿dónde está el poeta?.
http://blocdejavier.wordpress.com/2014/05/12/el-libro-y-el-poeta/
Dentro de un libro
…
«te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco…»: http://lalluviamarilla.wordpress.com/2011/01/03/311/
…
Quiero ser libro abierto descansando en el banco verde del parque. Quiero ser poetisa de lápiz azul.
Bellísimo, G.
Un lápiz azul que escriba nubes… Gracias, Pau. Un beso.