Vuelvo para saber
si ha pintado los campos el cerezo,
si llegan golondrinas jugando entre las nubes,
si el sol acaricia los helechos.
Quiero saber
si hay renuevos en las ramas del rosal,
si la yegua está preñada
y el pastor ya saca su rebaño.
Quiero saber
si hay algo que augure
la nocturna melodía del rojizo ruiseñor
y las siestas con grillos y cigarras.
Y cada vez que vuelvo
llego tarde y llego pronto:
todo ha comenzado
y nada se ha muerto todavía.