Las huellas

La vieja foto
del rostro que no envejece
vuelve cada tarde
a la mirada opaca.
El gesto escondido en la ceniza
olvidó la mano que encendiera el fuego.

Un sueño desanda el camino
donde palpitan los perfiles
y las sombras.
Son huesos que esperan
el dolor de la memoria,
el fin del anhelo que tortura,
la sepultura que los devuelva a nuestra vida.