Ni siquiera un beso,
una caricia.
Todo estaba contenido en las palabras,
sonrojado en los silencios,
anclado en las miradas.
Mis cartas de amor
fueron borradores y cenizas.
Y vi cómo pasabas hacia el tiempo
esperando el gesto que no llega
de un amante tonto, adolescente,
perdido en posibles que no encuentra,
perdido en añoranzas que no tuvo,
perdido en laberintos que se inventa.
Hola Gaby, ¿sabés?… Marcos me decía el otro día en la penumbra: -no te rías pero estoy escribiendo mis MEMORIAS y mese revuelve todo mese…
FG
Tal vez si enciende la luz y deja de escribir en la penumbra no se le enrevuelve más todo.
Es precioso. 🙂
Me suscribo y te enlazo.
Gracias Aspid! Qué lindo es verte por aquí!