A Fanny Edelman
Me hablaba de edificios,
calles que existían,
batallas
y señores que lucharon en batallas.
Me hablaba de reuniones,
de poetas que pelearon versos,
de heridos y de héroes mudos.
Y yo escuchaba
como el niño
que fui en mis recuerdos.
Ahora,
por mucho que la imagen de la charla,
el té humeante y su sonrisa
vuelvan sin descanso
a mis ritos cotidianos
otro hueco oscuro
se ha adueñado de mi centro.
Esta vez
es la voz de su relato la que falta.
Hermoso. Espacios vacios que nunca vuelven a llenarse…
AbraZo!
y se nos van haciendo costumbre…
Un abrazo
Esos huecos que conforman la vida….
y poco a poco la van llenando…
un abrazo
Querido primo: el amor se expresa de modos misteriosos pero siempre los reconocemos. Estos amores se llaman algunos días en vuestra casa, se llaman Miriam, Fanny, el tío David, mi viejo, nosotros descubriendo la historia cotidiana, la sonrisa serena de Irene, tu risa juvenil, mis lágrimas ayer mientras cantábamos La Internacional y alzábamos el puño izquierdo para volver a conquistar el cielo. Gracias, Luis Carlos
y se expresa en tu hermoso comentario. Gracias Luis y conquistemos el cielo, dale?
¡Qué lindo, Gaby! Recién acabo de leer este poema.
No todos tienen una tía Fanny, te pido que algún día, mientras tomemos café en la cocina, me hables de ella… hace tiempo que no me cuentan un cuento real. FER
Eso está hecho, Fer. Acompañados por ese rico café que hace tu maquinita te contaré lindos recuerdos de mi querida tía Fanny
hola! soy Andres Vieytes Pasatir, mi madre y mi tia, Rosa y Vida Pasatir siempre me hablaban de Fanny Edlman, ellas tambien estaban en el PC desde tiempos inmemoriales….. esto sumado a tu bonito poema me sumio en miles de recuerdos. Muchas gracias
Gracias por tu comentario, Andrés. Ausencias como las de Fanny traen consigo miles de recuerdos.
Un abrazo
Entre mis amigos de la adolescencia, era común preguntar «¿Quién tiene una tía Fanny?». Todos teníamos una. Pero una tía Fanny como la tuya, ¡nadie! Tuve la suerte de conocerla y en estos días volví a su libro Banderas, pasiones, camaradas. Sólo ella puede inspirar un poema tan maravilloso como el tuyo. Gracias por compartirlo.
Muchas gracias por tu comentario y por tu lectura, Laura.