Desnudo en la gélida alborada
el esqueleto afila
las puntas de sus ramas.
Queda un fruto partido
colgando de su altura
con el alma roja ausente.
Me siento a su lado
y acecho el calor del brote.
Pero la tarde enfría mi prisa
y las sombras llegan antes que su savia.
Mañana, si el alba se anticipa,
la yema de una rama
será en la espera una certeza.
Me pasó una cosa muy fuerte: empecé a leer el poema sin mirar el título, y de golpe tuve delante mío la imagen esquelética del granado, con el fruto partido y sangrante. «Me se representó». Es muy hermoso.
Qué bueno! Eso quiere decir que a veces los poetas lo logramos!
No sé si soportaré la espera… Hay que hacerle un hueco en la serie de las cuatro estaciones. Ya tengo poema, también la imagen. No sé si soportaré la espera…
Soporta, Javier, soporta que hay muchos inviernos por pasar
Alejo me dejó helada como tupoema profundo , nostalgico pero bellamente dibujado tus versos, me gusto mucho amigo mucho éxito en tuppublicacion un saludo desde mi brillo del mar
Gracias Beatriz!
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