La amante oscura
teje sus sueños en la máquina de arder.
Su pasión es la espera
que abrasa los tiempos del reloj.
Acurrucada
en los cálidos rincones del silencio
piensa en el amor
como en un antiguo amigo
que de vez en cuando la visita
trasteando recuerdos y milagros.
La amante oscura
siempre ama a contraluz,
a contratiempo,
a contrapelo.