A veces
la historia se reduce a una foto,
al estrépito de una lágrima,
a un libro,
a la carta que llegó tarde,
a la espada del soldadito de plomo,
al güisqui solitario
y a toda una pléyade
de papeles rotos.
Es entonces
cuando dejan de existir los héroes.
Dale, seguí, escribí, sentí para otros
completá con versos la experiencia
y un día nos juntamos
vino y empanada en mano
una treintena de amigos
en el espacio siempre amable
de mi querida Casona
y en voz alta de varias voces
los leemos, nos regocijamos
y lagrimeamos un poco.
Dale, seguí……
Puede ser hoy? O mañana?
…donde acaba la historia empieza el poema… http://blocdejavier.wordpress.com/2014/06/16/la-historia-se-reduce/
Gracias, Javier!