Tus pechos se derraman
en vorágines de besos.
Son una memoria adolescente,
un torero en la plaza,
el fulgor.
En el postrer adagio de la locura
tus caderas acarician lugares imposibles.
Y luego,
en la sombra del instante
es tu boca la que habla
de pájaros sin jaula,
de flores volando entre lagunas,
de barcos que nos llevan por mares sin finales.
Me pareció maravillosa tu poesía dedicada a Ruth. ella, junto con Eith, fueron las primeras amigas de mi madre, amistad que continuó hasta ahora (y fueron 82 años!!!!!!!!!. Le mostré lo que habías escrito y me pidió que se lo imprimiera para releerlo. La conmovio y le gustó muchísimo, de modo que quería hacértelo saber. Gracias por compartir con todos tus poemas. Un abrazo..
Gracias Virginia. Me siento premiado sabiendo que a gente tan querida de Ruth le haya gustado el poema. Un cariño para vos y tu madre