La ciudad
abandona al barco con el paso trémulo
….de los padres heridos.
Aleja a los hombres y los muelles,
congela el llanto,
desvanece edificios testigos de vírgenes amores,
silencia sus calles
hasta que el árbol se confunde con la nube
y todo queda a merced de la memoria.
Entonces se vislumbra
el exilio en nuestras manos,
comienza el recuerdo
y nos volvemos habitantes del destierro.
de repente abrí el blog en la nueva dirección y me topé con un sacudón de historia…..
A mí también nuestra historia se me presenta como Imágenes nítidas que se mueven a sacudones
es viernes.
los viernes son días lindos instalados en las antípodas de los domingos.
ha salido el sol y se confirma que es un lindo viernes (ayer llovió tanto que hay quien dice que escuchó bostezar a Noé).
es un lindo viernes pero me pican las axilas (¿serán las anchoas de la escala, el chocolate suchard o esas cápsulas blanquitas?)
es un viernes y mi agenda está vacía o sea que es un viernes para el nobel
es viernes, gabriel, y subo al estudio pensando en llamarte
es un lindo viernes 23 de octubre y abro el ordenata…
me encuentro con tu nuevo blog, gabriel.
este viernes, entonces, ahora es maravilloso
en este viernes abrís otra puerta a la vida, otra más, y estoy dispuesto a entrar por ella a tomarme un cafecito… o lo que sea
enhorabuena, querido amigo… ¡das tanto de tí!
F.
Para mí también es un hermoso viernes. Los amigos se acercan al blog y esta experiencia nueva no para de sorprenderme. Vamos a dejar abiertas esas puertas y entremos y salgamos por ellas cuantas veces nos dé la gana. Cualquier día de estos se nos apunta nuestro común amigo Diego…
g
Hola: Bienvenido al mundo de los blogs, te lo dice una bloggera con fuertes indicios de adicción…..vas a descubrir otro tiempo, otra manera de decir…a veces transparente como en La partida y otras no tanto. Un abrazo, por aquí estaremos.-
Gracias Raquel. el tema de la adicción debe ser grave porque ya lo estoy sintiendo…
para mi un té verde…
es la edad, vió?… ya ni mate…
Bien Gabi.
… fué mas o menos como la describís , con el muelle y los amigos que se atrevieron, la vieja, un hermano al que no volví a ver.
Cuando salimos de la escala en Montevideo, unos yorubas que iniciaban el mismo rumbo que nosotros desplegaron un enorme cartel en la popa del barco: «Bordaberri, metete el uruguay en el culo.»
…y si, comienza el recuerdo, vivir en el recuerdo y del recuerdo que se va haciendo chiquito , un recuerdito que está ahi escondido detrás de cada árbol o nube, como decís,
o encerrado en cartas que hace treinta años que no abrimos aunque las vamos trajinando en cada mudanza, por las dudas no vayan a escaparse los recuerdos otra vez y se pongan a gritar como locos en los pasillos de los aeropuertos. O peor: en el patio de casa molestando al vecindario.
mi muelle estaba teñido de rabia que no se si se mandó mudar y de una extraña tristeza que a veces, cansada de jugar al escondite me canta el piedra libre y se instala para reinar sobre todas las cosas, la muy puta, y no se va.
… y bueno, se me enfría el te, otro día la seguimos y gracias.
Marchando un té verde, con sacarina…
Sé que los músicos, los escritores, los artistas en general vivimos para intentar emocionar de alguna manera al público. Pero leo tu comentario y el de Ire y soy yo el que se emociona y siente un brote de responsablilidad. Brindemos con un tecito por esos muelles que dejamos…
Que lujo de gomias aqui el que no corre vuela, se meta te verde o cortados, yo no me atrevo ni a hilvanar cuatro palabras juntas…
para mi una grapa doble, que a lo mejor me animo.
L’Hestor
Un domingo por la mañana, es un momento muy especial. Lo fue en Argentina, de pibe y «de grande». Hoy eso se confirma cuando todavía medio dormido abro los correos y me encuentro con esta ventana abierta de Gabriel Alejo. No puedo irme sin saludar y sin compartir algo. Me parece una falta de cortesía para quien abrió ese espacio.
Así que cuento que hoy me desperté pensando en Uruguay. En ese territorio que redescubrimos en el exilio. Porque -al menos yo – aquí conocí «dendeveras» a los uruguayos. Y fue aquí donde me hice un poco uruguayo, con permiso. Y amanecí uruguayo porque los hermanos tienen hoy otra esquina de la historia que cruzar. Y porque hace un ratito abrí el correo de una amiga uruguaya que me conmovió con sus palabras.
Ocurre que ayer recibió la nota que envié desde SERPAL, donde se reproducían las frases de Galeano en el acto de cierre de la campaña para «borrar» la Ley de Caducidad, eufemismo que encubre la impunidad de los represores uruguayos. Y en ese correo incluí unas palabras de Benedetti de sus poemas «La casa y el ladrillo, 1976 ) …
Con mis hermanos porfiaré
es natural
sobre planes y voces
trochas atajos y veredas
pasos atrás y pasos adelante
silencios oportunos omisiones que no
coyunturas mejores o peores
pero tendré a la vista que son eso
hermanos.
si esta vez no aprendemos
será que merecemos la derrota
y sé que merecemos la victoria
( La casa y el ladrillo, 1976)
Pero también rescaté unas palabras que ella, suscriptora uruguaya de SERPAL me envió en su dia.
Hay dos cosas duraderas
que podemos aspirar
a dejarles a nuestros hijos:
la primera raíces, y la otra, alas. (Myriam )
No sé porqué elegí esos dos textos. Lo cierto es que la suscriptora, Myriam me escribe un emotivo correo donde me cuenta que a pocas horas de votar, tiene dos papeletas en la mano. La del Frente y la de Asamblea Popular. Y me dice que el texto que escribí como prólogo a las palabras de Galeano, lo incorporó a sus reflexiones y a sus dudas.
Y me cuenta al final de su correo: » La otra cosa, que me la dijo mi amigo, y que de alguna manera también dices tú, es algo que ahonda en lo que me planteo: «en definitiva, ni Astori ni Mujica importan, es el pueblo, la gente». Por ahí va la cosa….. yo quisiera mi gente más parecida al pueblo hermano, más capaz de reclamar y exigir, y menos sumisa. Quisiera que mi gente entendiera que la protesta pacífica no es violencia, sino nuestro justo derecho a gobernar y decidir no solamente con el voto. No me gustaría seguir viendo a la militancia del Frente limitándose a aceptar las decisiones del gobierno, que han ido muchas veces contra los principios fundamentales (como la misión Unitas), y aceptándolo sin más, con la excusa del «no hay más remedio» o «no se puede».
Quiero que mi gente comprenda que tenemos derecho a criticar sin por eso traicionar, del mismo modo que censuramos a nuestros hijos cuando creemos que lo que hacen no es correcto, y que ese es el único camino, admitiendo y corrigiendo errores, de avanzar.
Y es entonces cuando te leo, y creo leer en tus palabras un: «sí que falta, pero los cambios hay que pelearlos desde dentro, hay que hacerlos, crecen desde el pié»
Y entonces…. toda esta perorata que no pretendía aburrirte va para decirte que aún no me decido, que mañana iré con esas dos listas al circuito correspondiente. Pero que, si al cabo, la lista que entra en la urna sea la del Frente, serás el principal responsable… y que eso no te apene, al contrario.
Un abrazo inmenso desde aquí, que mañana sea festejo!!
myriam.
Y lo comparto porque creo que sus dudas, se parecen mucho a nuestras
dudas, cuando nos empujan los sueños y las ganas y nos cuesta elegir
caminos. Y algo curioso: ella dio a mis palabras una interpretación que
no estaba explícita en mi texto. O por lo menos, yo no era consciente.
Menuda responsabilidad. Y lo comparto también porque creo que nos
iiguala en esa búsqueda permanente, en la que tantas veces nos creemos
aislados, solitarios. Pues no, seguimos siendo muchos, aunque a veces
mastiquemos en silencio nuestras dudas ).
Bueno, volvamos a nuestro domingo, buena jornada para seguir intentando dejar alas y raíces a nuestros hijos y a nuestros nietos.
Esta noche veremos si festejamos, aunque sea por unos dias, hasta que nos atropelle otra vez la realidad.
Para mí, un café solo. Gracias.
Carlos.
La frase de Myriam («Hay dos cosas duraderas que podemos aspirar a dejarles a nuestros hijos: la primera raíces, y la otra, alas.») me hace acordar a lo que dijo hace muchos años Irene, mi compañera: «Los árboles tienen raíces, los humanos tenemos pies».
Un saludo.
gabriel
Bona nit !!
Tenia el email aparcado, para estar tranquila poder tomarme un te, un café, un mate….
A estas horas de la noche mejor nada de todo esto y si una infusión que me lleve al relax y después al sueño profundo.
Me ha gustado tu nueva creación, y las palabras de tus amigos me han emocionado…
Quien fuera escritor y expresara lo que vosotros expresais…
Lindo…bien lindo.
Gracias por compartir todos esos sentimientos que hay detras de tantas y tantas palabras, letras, sonidos.
Un beso
Núria Toledano
Bon dia Núria!
Qué bueno verte por aquí. Parece que nos vamos juntando. Tienes mucho que contarnos de tu viaje al sur que también existe.
Beso
gabi
buenas…me encanta leer los comentarios que va dejando la gente y tus respuestas siempre muy justas,muy suaves.Me gustó mucho la frase de Irene de los pies y las raíces,yo que soy hija de «habitantes del destierro»,no me subí a ningún barco pero la verdad es que no tengo muy claro donde están mis raíces lo único que sé es que mis pies me llevaron hasta ésta ciudad,Barcelona…y a mis hijos no sé si darles pies o raíces o bien alas,pero que hagan su caminito por la vida lo más felíz posible.
un abrazo y yo me apunto al té verde.
Hola Cam,
yo vivo el destierro casi como un lugar al que me he tenido y he querido adaptarme. Una fina línea de la que es imposible que nadie me expulse. Me gusta estar donde estoy como me gustaba estar donde estaba hasta que me echarlon. La raíces son algo mío y como tal yo las elijo y las selecciono. Tal vez las lleve en los pies…
Marchando otro té verde (que incorporo a mis raíces)
abrazacos
Me gusta una canción de El Último de la Fila que se llama Mi patria en mis zapatos. Yo creo en las raíces a unos zapatos que se mueven, pero que son nuestros. Allí es donde están los amigos y los olores. Se lo dijo el griego a Primo Levi. Lo más importante son los zapatos.
Me acuerdo de aquella frase del relato Mi casa, de David, mi hermano. Hablaba del destierro nuestro, del destierro no vivido más allá de los recuerdos ajenos pero heredados. Decía algo así como… qué triste que es tener que tomar un avión para ir de la cocina al comedor. Porque nuestra casa está partida.
Ahora pienso que en ese viaje es en el que vivimos. Es en el viaje donde miramos los cordones, la suela, la lengueta de los zapatos. No creo que tengamos más o menos raíces que otros. Pero las nuestras no están en el territorio más allá de la gente nuestra que en él habita.
Creo en la nación para los descalzos. Yo llevo la patria en mis zapatos.
Ah! yo quiero Earl Grey, el de toda la vida:)
Me gusta mucho lo de los zapatos. Siempre hemos luchado por tener la capacidad de decidir. Yo hace tiempo que he decidido dónde quiero tener y dónde tengo mis raíces y mis zapatos. En esto se mezclan muchos sentimientos. A mí no me molesta vivir en ese viaje porque gran parte de la gente que quiero está en la Argentina y la otra aquí. Pero siento que la que era mi ciudad abandonó mi barco y me alejó de los hombres y los muelles amados. Y en ella también está la gente que más daño me ha hecho. Y todos pertenecen a ese amorfo territorio que llaman patria y que yo no quiero para mí. Entonces me elijo el territorio. Y elijo de Cataluña lo que más me gusta y quiero y lo hago mío. Y de la Argentina también. Y me hago un buen par de zapatos con eso. Un par de zapatos con sus cordones, sus plantillas y el soretito que se queda en la suela acanalada. Y a caminar por el Pirineo, Felipe Vallese, la Barceloneta o Paternal.
¡Marchando un Earl Grey para la uno!
Se ve que la partida da para mucho, somos muchos los que estamos partidos, o quedamos partidos, o nos partieron…… Una aclaración, lo de las raíces y los pies no me lo inventé yo, salía como cita en la primera página de «Psicoanálisis del exilio», de Grimberg. Yo lo adopté porque le dio solera a las arenas movedizas donde tuvimos que aprender a construir.