Hermano,
la mañana comenzada como cada día. El cotidiano de aquellos que vienen y me hablan… El placer mechado de aburrimiento y el dejarme arrullar por la música de las palabras. A veces hay un agujero, alguien que no esta, que no vino. Desde ese agujero te escribo, abrí mi compu, encontré tu mail, abrí el blog y me dejé llevar por la música de los poemas. «… nadie es dueño del triunfo…» es tan así!!
como si esta vez, en vez de ser yo que interpreta las palabras fueran las palabras del poema que me interpretaran y me sentí muy bien!
hasta el próximo cortadito
abrazo
eduardo
Hermano,
la mañana comenzada como cada día. El cotidiano de aquellos que vienen y me hablan… El placer mechado de aburrimiento y el dejarme arrullar por la música de las palabras. A veces hay un agujero, alguien que no esta, que no vino. Desde ese agujero te escribo, abrí mi compu, encontré tu mail, abrí el blog y me dejé llevar por la música de los poemas. «… nadie es dueño del triunfo…» es tan así!!
como si esta vez, en vez de ser yo que interpreta las palabras fueran las palabras del poema que me interpretaran y me sentí muy bien!
hasta el próximo cortadito
abrazo
eduardo
Querido Eduardo, no quise hacer intrusismo! Pero creo que algo de eso tiene la poesía.
un abrazo
gabo
Hola Gabriel: desde la sombra del anonimato y el silencio, sigo fielmente tu blog. Agradezco tu poesía y las reflexiones. De verdad que me encanta.
Te mando un abrazo grande!!!
Darío Tepman alias «Daro»
¡Qué suerte que salgas del anonimato y el silencio! Me alegro mucho que te guste el blog. Otro abrazaco y gracias por la visita.