Tango

Sonás a lo perdido,
al exilio y a la ausencia.
A lo que quise ser
y a lo poco que fui.
A una calle con empedrado y farol
que se fue con los tranvías.
Sonás a vos cuando alguien te silba,
a las lluvias de otoño,
a cospel,
a cinco guitas y a mis viejos.
A guardapolvos, a tinenti,
a rayuela, a tejo y a malvón.
Sonás a la distancia,
al tiempo,
al primer abrazo.

A la última pasión.

Valencia 2024

Dicen que en medio de la calle
hay un pupitre.
Hubiera sido una hermosa imagen
si cuatro niños con la ropa seca
lo hubieran llevado allí
una mañana de sol
bajo la risueña mirada
de una maestra
con la ropa seca.
Dicen que hay también
un trencito de madera
y varias fotos en sus marcos
flotando en un charco.
No hay niños.
Tampoco está la maestra.
No hay padres.
Más allá
una nevera sin puerta
deja ver seis naranjas
y tres bistecs
que María no tuvo tiempo de preparar
mientras su ropa estaba seca
y esperaba la vuelta
de sus niños del colegio.
Sentado en el lodo
el padre de María mira sin ver
el imaginario punto del horizonte
donde el sol acarició mares
y arroyos en sus cauces.
El padre de María no recuerda
los días en que su ropa estaba seca.
Su memoria vaga
sumergida en un torrente.

Palabras lejanas

Algunas tardes cansado,
también un poco triste
y puede ser que en otoño,
desciendo por la escalera del tiempo.
En el paisaje brumoso
hay una casa de tejas
con el hogar siempre humeando,
una cama provenzal
y el rincón de los juguetes.
Mis padres se acercan
y algo quieren decirme.
Los miro con inquietud
hasta que ellos comienzan
a responder las preguntas
que hubiera querido hacerles.
Pero ya es tarde
y no entiendo lo que dicen.
Los años se han llevado
el idioma de la infancia.

Semblanza

……………………A mis padres

Quise navegar
la hora que en el iris se refleja.
Ignoré los surcos que separan las historias
y perdí la fuerza que nunca conocí
mientras ardía el no saber en mis preguntas.
Naufragó el timón antes que la vela
y el rumbo murió entre algas rojas.
A veces las mañanas
intentan darle vida
a los mismos deseos que ayer tuve.
Dejaré en esa caja de torpes pensamientos
el recuerdo del hombre y la mujer ausentes
que mostraron su vida al brote incierto
tendido en el agua de otros mares.