Esa ciudad

Cuando el final
acechaba en las veredas
y los gritos herían los zaguanes
aquella ciudad
fue solo la imagen del patio de un colegio,
de la tiza que dibuja la rayuela,
de un tango que escapó del viejo fuelle.
Allí quedó atrapada
y allí se fue muriendo
mientras otras memorias
comenzaban a acunar al desterrado.

Niño libre

La libertad viaja
en el camión de lata,
se esconde
en las rodillas sucias
y corre por la pista
de los coches con masilla.

Dibujada en los gritos
y los juegos del potrero
sube al vuelo
de gomeras y gorriones,
cabalga relojes
y luego se adormece
esperando ver salir de los escombros
la sonrisa luminosa del niño alborotado.