Su rostro inabordable
sólo deja presumir
que medita hondamente
en algo que insume el esfuerzo de pensar:
la crisis de valores
de esta época angustiante,
el grave conflicto entre dos generaciones,
la esencia del ser y la realidad que lo circunda,
la incoherencia del discurso del poder
o la grave molestia
que le provocan los zapatos nuevos.
Los dos.
Recuerdo un fin de semana en Londres con unos zapatos nuevos, demasiado grandes (¡encima!) por apenas unos milímetros. Una sensación horrible, saber que vas a tener que andar incómodo durante dos días. Ahora, ¡qué placer al volver a casa y ponerte unas zapatillas viejas, ajustadas al pie como una segunda piel!
Es lo mejor de usar zapatos chicos: el gustito que da quitárselos
¡Qué feliz me hace haberte inspirado un poema!. Un abrazo. FER
¿Te aprietan los dos zapatos?
Una vez, volvía a casa con madre y mi hermano Eduardo, veníamos de comprar zapatos… (esa felicidad de los niños con zapatos nuevos!) y de pronto mi flamante tamango de «Les Bebes» se enganchó en la vía del tranvía. Mi vieja forcejeaba por quitarlo, mientras veíamos como se acercaba el tranvía… En el último instante ella cortó por lo sano y sacó mi pié del zapato justo a tiempo de que el tranvía pasara y cortase toda la punta… Al ponérmelo entre llantos, mi vieja me contó que era la «bota’e potro»… y ese «zapato nuevo sin punta», nunca me dolió. Mi orgullo, si.
abraZo grande
Jorge VO
Un relato con tensión! Qué alegrón verte por aquí, Jorge!
Un abrazo.
gabo
Yo no sé la razón pero cuando pienso en este poema no evoco el rostro de la mujer -tiene que ser una mujer, eso es innegociable- sino en las piernas. ¿Será que he visto demasiadas películas de Buñuel o que siento una irresistible atracción por la nada? Las dos cosas, imagino.
http://blocdejavier.wordpress.com/2014/05/03/metafisica-en-el-rostro/
Yo también pensé en una mujer, Javier. Pero debo confesarte que el poema nació en el tren, mirando el rostro (y no las piernas) de una señora sentada frente a mí. De todas formas me gusta la foto que ilustra este poema en tu blog.
Tal y como lo explicas me parece más sugestivo y erótico mi planteamiento, la verdad.