Felipe Caridi fue secuestrado por la dictadura militar argentina en un bar del barrio de Almagro, en Buenos Aires, el 22 de noviembre de 1976. Tenía 32 años.
Fuimos amigos de Felipe Caridi desde que nos conocimos en la Facultad de Medicina. El Tano se hace presente cada día en nuestra memoria. Se aparece juntando caracoles, diciendo que era del taco de la bota, cocinando con lo que hubiera, hablando con nuestras madres de las plantas del balcón. Y sobre todo viviendo en la eterna solidaridad, en la coherencia militante que selló cada uno de los actos de su vida.
No estás
A Felipe Caridi
El torvo silencio que abunda
en las perdidas tardes
me anda como tus pasos en los míos.
Hay un otoño eterno
en el cetrino recuerdo de la historia muerta.
No sé qué hacer con la idea,
con la broma o la cocina.
No sé qué hacer
con el fruto que me da el cerezo,
con el libro o la distancia.
Tú no estás
y caminamos perdidos entre los robles truncos,
entre albahacas que no huelen,
entre adelfas mustias.
No tiene sentido amar.
Y el odiar no existe.
Sin embargo despertamos cada día
y amamos y odiamos en los minutos densos.
Y todo vuelve a parecer normal
como la senda que vaga el luto,
como el duelo que ronda en la mañana,
como la pena del que queda vivo.
Precioso Gabi.
Gracias, Agus! Me alegro que te guste.