Silencio oscuro

A Quicu Samsó, in memoriam

Estem però no hi ha ningú
Quicu Samsó

Un lienzo blanco.
El alabastro
al que nadie le dará vida.
Un rototom que espera la baqueta.
Alguien busca en la lejana linea
las palabras del poema que no sabrá escribir.
Ahora
que la orquesta entera
ha dejado de sonar
el aire es un silencio oscuro
y un café se enfría en la mesa vacía.
¿Quién nos dirá
cómo sembrar este erial?
Estamos. Pero no hay nadie.

Esencial

Cuando lo cierto renuncia a su escondrijo
el dolor de la palabra ahogada
mira quebrarse la máscara.
Pasó el tiempo de los cielos claros
y la herida de la esencia
acaricia los bancos vacíos.
Cinco notas se funden con el cierzo
y dejan un recuerdo suspendido.
El último trazo del pintor suicida
dibuja el gesto
de tu cara triste.