La ventana del bar,
abierta a la vereda,
dibuja bicicletas distraídas,
caminantes apurados,
bocinazos,
colectivos que no frenan,
fruterías,
el taller,
un chiflado que se ríe de su risa,
una anciana que se encorva en su bastón
y la hermosa mujer
que esfuma las lagañas de mis ojos.