No pude escribir
la fuerza de la astilla,
el dolor de la forma,
la tersura del tronco.
Fue entonces
cuando en mi mano
la gubia intentó ser lápiz.
No pude escribir
la fuerza de la astilla,
el dolor de la forma,
la tersura del tronco.
Fue entonces
cuando en mi mano
la gubia intentó ser lápiz.