Primero olvidó los acordes,
luego olvidó los poemas.
Las canciones se marchitaron
y el viejo cantor embarcó
en una nave oscura
donde las guitarras se partían
y las voces morían de sed.
Primero olvidó los acordes,
luego olvidó los poemas.
Las canciones se marchitaron
y el viejo cantor embarcó
en una nave oscura
donde las guitarras se partían
y las voces morían de sed.