Donde dobla el viento

Hace unos meses, en una reunión de Teatro por la Identidad, Lidia, Lucila y yo estábamos enfrascados en alguno de los temas que habitualmente nos preocupan. En un momento dado, no recuerdo por qué, Lucila dijo «Sí, allá donde dobla el viento».

Pese a mi muy larga colección de años acumulados nunca había oído la expresión (la ignorancia es atemporal). Me gustó mucho y me pareció muy poética. De ella nació esta obra:

Donde dobla el viento

A Ire

Allá donde dobla el viento
y el granado seca su fruto partido,
la vid se vuelve pasa,
la hiedra trepa por las piedras del muro roto,
y yo camino hacia un ayer
que me invento en cada paso
por veredas de nostalgias que no han sido.

Allá donde dobla el viento
algo alcanza a repetirse,
algo muere en la aurora,
algo estremece el dolor del caminante.

Allá donde el viento dobla
estás vos,
tu pausa
y tu amor tendido en una hierba
que endulza al sol sus esperanzas.